Un insulto, una palabra o frase intencionada para humillar, desvalorizar o atacar la dignidad de alguien. Also known as agresión verbal, it is more than just rough language—it’s a tool that shapes public opinion, fuels outrage, and often hides deeper issues like inequality or power imbalances. En Chile, los insultos no se quedan en las redes sociales. Se escuchan en los estadios, en los debates políticos, en los comentarios de los medios y hasta en los despachos de los tribunales. No son solo gritos de fans enfadados; son señales de cómo se siente la sociedad cuando no sabe cómo expresar su frustración.
Los lenguaje ofensivo, el uso de términos que atacan la identidad, la raza, el género o la condición social de una persona. Also known as discurso de odio, it often appears in coverage of protests, sports matches, and political scandals. aparece en las noticias cuando alguien es acusado de racismo en un partido, cuando un político llama "traidor" a un opositor, o cuando una periodista es amenazada por sus opiniones. No es casualidad que los artículos sobre el arresto violento de William McNeil Jr. o las protestas de la Generación Z en Lima terminen hablando de insultos: porque detrás de cada grito hay una historia de poder desigual. El periodismo deportivo, como el de Carolina Fernández, también enfrenta esto: las mujeres que trabajan en este ámbito reciben más insultos que sus colegas hombres, y a menudo se les exige más perfección por el simple hecho de ser mujeres.
Los redes sociales, plataformas digitales donde las personas comparten opiniones, pero también donde los insultos se propagan con velocidad y sin control. Also known as espacios digitales de confrontación, they amplify voices that would otherwise stay silent—and sometimes turn minor disagreements into national scandals. han cambiado la forma en que los insultos se propagan. Un comentario en Twitter puede volverse tendencia en minutos, y un jugador de fútbol o un periodista puede verse arrastrado a una tormenta de odio sin haber hecho nada más que equivocarse. Pero no todos los insultos son iguales. Algunos son impulsivos, otros son planeados para deslegitimar a alguien. Y cuando los medios los repiten sin crítica, se convierten en parte del problema, no de la solución.
En esta colección de artículos, no encontrarás solo casos de insultos directos. Encontrarás cómo se usan para manipular, cómo se ignoran cuando vienen de quien tiene poder, y cómo la sociedad chilena los responde—o no. Desde el polémico programa "Coliseo" hasta los gritos en el Estadio Nacional, desde las acusaciones contra Tenoch Huerta hasta los comentarios en redes tras el corte de agua en La Florida: los insultos están ahí, en el fondo, como un eco constante. Lo que verás aquí no es solo lo que se dijo, sino lo que se calló, lo que se permitió y lo que se castigó. Porque saber qué es un insulto no basta. Hay que entender por qué duele tanto, y quién paga el precio real.
Un rally de Trump en Nueva York causa indignación tras los insultos de Tony Hinchcliffe hacia Puerto Rico, calificándola de "isla flotante de basura". La respuesta ha sido contundente de líderes políticos y celebridades, con potencial impacto en las elecciones presidenciales. Las declaraciones han sido condenadas por el gobernador Pierluisi y figuras como Luis Fonsi.