La igualdad de género, el principio de que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades, derechos y trato en todos los ámbitos de la vida no es un slogan de campaña. En Chile, se está construyendo en las canchas, en los noticieros, en las juntas vecinales y en los puestos de votación. Es lo que impulsa a una árbitra como Katia Itzel García, la primera mujer mexicana en dirigir un partido del Mundial Sub-20 a estar en el Estadio Nacional de Santiago, o a que Carolina Fernández, periodista deportiva que lucha contra el doble estándar en los medios hable de cómo las mujeres en el periodismo tienen menos margen para equivocarse. No es teoría: es práctica diaria.
En 2025, la igualdad de género también se ve en las mujeres que ganan premios por emprender con sostenibilidad, como las ocho chilenas reconocidas en los Super Capas 2025, un galardón que premia proyectos liderados por mujeres en economía circular y cuidado comunitario. Ellas no solo crean negocios: transforman comunidades enteras con modelos que antes no existían. Y no son excepciones: son parte de un cambio más grande. Cuando el Servel designa a más de 200 mil vocales de mesa para las elecciones de 2025, no lo hace por casualidad: hay una ley que exige paridad de género en esos cargos. Eso significa que, por primera vez en la historia, la mitad de quienes cuentan los votos en Chile son mujeres. No es un gesto simbólico: es una estructura real que cambia quién tiene poder en las decisiones.
Lo que pasa en el fútbol, en los tribunales, en los medios o en los puestos de votación, todo está conectado. La igualdad de género no se logra con discursos. Se logra cuando una mujer dirige un partido internacional, cuando una periodista denuncia que su error es más castigado que el de un hombre, cuando una emprendedora del desierto de Atacama recibe una capa hecha de residuos para financiar su proyecto. Estas son las historias que aparecen aquí: no son casos aislados, son bloques de una construcción más grande. Lo que encontrarás en esta lista no son solo noticias, son pistas de cómo se está reescribiendo el futuro en Chile. Y si te preguntas si esto importa, mira a tu alrededor: ya está cambiando todo.
En la clausura de la séptima Conferencia de la AMEA en México, la expresidenta chilena Michelle Bachelet señaló que los logros en igualdad de género son extremadamente frágiles. Destacó la escasa presencia de mujeres en puestos estratégicos y la creciente violencia política digital. Sus datos revelan que solo seis países cuentan con la mitad de los escaños ocupados por mujeres y que el 87 % de las ministras lideran carteras de género. Además, subrayó cómo la pandemia mostró la diferencia que hace la participación femenina en la respuesta estatal. La exministra hizo un llamado urgente a proteger la democracia y a incorporar la perspectiva de género en todos los espacios de poder.