La fortaleza, la capacidad de resistir presiones físicas, emocionales o sociales sin quebrarse. También conocida como resistencia interior, es lo que permite a una persona seguir adelante cuando el sistema falla, el equipo pierde o la injusticia se vuelve visible. No es algo que se hereda ni se compra. Se construye con decisiones pequeñas: cuando alguien acepta ser vocal de mesa en medio de un país cansado, cuando una árbitra mexicana dirige un partido mundial sin que nadie le pregunte si está preparada, o cuando una mujer en el desierto de Atacama transforma ropa vieja en una capa que representa el futuro de Chile.
La fortaleza, la capacidad de resistir presiones físicas, emocionales o sociales sin quebrarse. También conocida como resistencia interior, es lo que permite a una persona seguir adelante cuando el sistema falla, el equipo pierde o la injusticia se vuelve visible. No es algo que se hereda ni se compra. Se construye con decisiones pequeñas: cuando alguien acepta ser vocal de mesa en medio de un país cansado, cuando una árbitra mexicana dirige un partido mundial sin que nadie le pregunte si está preparada, o cuando una mujer en el desierto de Atacama transforma ropa vieja en una capa que representa el futuro de Chile.
La resistencia, la acción de oponerse a fuerzas externas que buscan doblegar una causa o un individuo. También conocida como oposición silenciosa, es lo que mueve a una comunidad a protestar en Lima por pensiones, o a un club chileno como Universidad de Chile a exigir 5 millones por un jugador que no quiere irse. No es ruido. Es decisión. Y cuando un periodista como Carolina Fernández dice que a las mujeres se les permite errar menos que a los hombres, está nombrando una fortaleza que no se ve en los titulares, pero que se siente en cada nota escrita. En el fútbol, la fortaleza es cuando Once Caldas pierde por penales y su delantero dice que fue un fracaso. En la política, es cuando los simpatizantes de Quiroga y Paz se reúnen en La Paz antes de un debate, sabiendo que el voto puede cambiarlo todo. En la vida cotidiana, es cuando el Metro de Santiago se detiene por una persona en las vías, y la ciudad espera, sin gritar, sin violencia, con paciencia.
La liderazgo, la capacidad de guiar, inspirar o tomar decisiones en momentos críticos, incluso sin título oficial. También conocida como autoridad moral, no siempre lleva micrófono. A veces lleva un chaleco reflectante como los vocales de mesa que Servel designó para 2025. O una camiseta como la de Katia Itzel García, que arbitra en el Mundial Sub-20 y rompe una barrera que nadie le pidió que rompiera. La fortaleza no es solo gritar. A veces es callar, esperar, y volver a levantarse al día siguiente. Por eso en esta colección no encontrarás solo victorias. Encontrarás derrotas que se convirtieron en ejemplos. Protestas que no fueron silenciadas. Jugadores que no se rindieron. Mujeres que no pidieron permiso. Y personas comunes que, sin ser famosas, hicieron lo que nadie más hizo.
Lo que ves aquí no es una lista de noticias al azar. Es un mapa de cómo la fortaleza se manifiesta en Chile y más allá: en los tribunales, en los estadios, en las calles, en los hogares. Y si alguna vez te has preguntado cómo alguien sigue adelante cuando todo se derrumba, aquí tienes las respuestas, sin filtros, sin adornos, solo hechos reales.
Benjamín Kuscevic, uno de los defensas chilenos más destacados en Brasil, decidió quedarse en Fortaleza para la temporada 2025, pese a la oferta directa de Gustavo Quinteros para sumarse al Grêmio. También fue tentado por otros clubes internacionales.
Corinthians, el gigante de São Paulo, aseguró su lugar en las semifinales tras vencer a Fortaleza. Los goles clave fueron anotados por el delantero paraguayo Ángel Romero, mientras que los mediocampistas Igor Coronado y Pedro también contribuyeron al triunfo. Esta victoria representa un avance significativo para el Corinthians en la competencia, demostrando su fuerza y determinación.