7 may
2025
En medio del intenso mercado de fichajes en Brasil, la decisión de Benjamín Kuscevic no ha pasado desapercibida. El zaguero chileno, quien logró consolidarse como pilar defensivo en el Fortaleza durante la campaña 2024 del Brasileirão, cerró la puerta a una posible salida justo cuando varios grandes del continente lo tenían en la mira, incluido el Grêmio del entrenador Gustavo Quinteros.
Quinteros, que prepara un nuevo ciclo en Grêmio de cara a 2025, había señalado a Kuscevic como uno de sus objetivos principales para apuntalar la defensa del conjunto de Porto Alegre. Su interés tiene sentido: desde que Kuscevic aterrizó en Fortaleza, el club transformó su sistema defensivo y logró meterse en los puestos de privilegio, asegurando la clasificación a torneos internacionales. Su capacidad de anticipación, juego aéreo y liderazgo en la zaga hicieron que rápidamente fuera considerado uno de los mejores defensores del torneo brasileño.
La propuesta de Quinteros no fue la única que recibió Kuscevic. Clubes de peso, como Cruzeiro en Brasil, además de Nacional y Peñarol en Uruguay, siguieron de cerca su progresión y le enviaron sondeos. Sin embargo, el defensor chileno optó por la continuidad y apostó por quedarse en Fortaleza, priorizando la estabilidad y el proyecto deportivo del club, que ya empieza a sonar más fuerte en las competencias continentales.
Fuentes dentro del entorno cercano al jugador comentan que Kuscevic valoró el respaldo institucional y el ambiente de Fortaleza, donde se ha ganado la confianza del cuerpo técnico y la hinchada. El club, además, viene creciendo en infraestructura y ambiciones, lo que le permitió forjar un grupo sólido que apunta a dejar huella en la escena sudamericana. No es menor que el defensor esté dispuesto a pelear nuevos retos con Fortaleza antes de considerar un nuevo salto en su carrera.
En ese escenario, Grêmio tendrá que buscar alternativas para su línea defensiva, mientras Kuscevic enfrenta el desafío de ser el líder del club en 2025, con una agenda cargada de partidos locales e internacionales. Su decisión también marca una tendencia: los clubes brasileños, si ofrecen buenos proyectos deportivos, logran retener figuras ante el interés de otras instituciones históricas del continente.
Kuscevic, que alguna vez fue dirigido por Quinteros en la Universidad Católica, ahora cruza caminos con él desde otra vereda. La noticia de su permanencia en Fortaleza no solo cae bien en el club, sino también le devuelve la confianza a un plantel que ya está acostumbrado a vivir temporadas de vértigo, siempre con la mira puesta en llegar más lejos.
Escribir un comentario ( Todos los campos son obligatorios )