Ejército, la rama terrestre de las fuerzas armadas de Chile encargada de la defensa del territorio nacional y el apoyo en situaciones de emergencia. También conocido como Fuerzas Armadas de Chile, es una institución que opera bajo mandato constitucional, pero cuya presencia se siente mucho más allá de los cuarteles. No es solo un grupo de soldados con uniforme: es quien llega primero cuando hay un incendio en la Región de La Araucanía, quien ayuda a reponer puentes caídos tras un terremoto en el norte, o quien coordina el traslado de insumos médicos en zonas aisladas. Su misión no termina en el combate: empieza donde otros se rinden.
El Ejército trabaja en estrecha relación con otras entidades como el SENAPRED y las municipalidades. Cuando se activa una alerta por sismo o tsunami —como la que se hizo en Valparaíso—, los militares son los encargados de evacuar zonas, montar campamentos de emergencia y garantizar el orden. No son espectadores: son parte activa de la respuesta nacional. Y aunque muchas veces se los ve solo en noticias de despliegues o ceremonias, su día a día incluye logística, ingeniería civil, salud pública y hasta apoyo en educación rural. Su estructura, con regiones militares distribuidas por todo el país, les permite actuar rápido donde más se necesita.
¿Por qué esto importa? Porque cuando lees sobre un simulacro en la costa, o sobre la movilización de tropas tras una catástrofe natural, no estás viendo un ejercicio teórico. Estás viendo a un sistema que funciona cuando el Estado no puede llegar solo. El Ejército no es un actor político, pero su presencia moldea la seguridad de millones. Y en Chile, donde los desastres naturales son parte de la vida, su rol no es opcional: es esencial. En esta colección de noticias, verás cómo el Ejército aparece en contextos inesperados: desde el apoyo logístico en eventos nacionales hasta su interacción con instituciones civiles. No hay drama ni exageración: solo hechos reales de una institución que, aunque no siempre esté en el foco, está siempre en el terreno.
El diputado chileno Gonzalo Kaiser se defendió tras la polémica generada por sus declaraciones sobre el consumo de drogas entre los conscriptos del Ejército de Chile. Kaiser aclaró que no se refería específicamente a Franco, un joven conscripto que falleció en 2020, sino que buscaba resaltar un problema más amplio. Desde sus declaraciones, ha recibido amenazas de muerte e intimidaciones.