Colombia ganó 2-1 a Nueva Zelanda en un partido amistoso que dejó más preguntas que respuestas. A pesar de que la inteligencia artificial predijo una goleada de 3-0, el encuentro se volvió una batalla de nervios, resistencia y un gol de última instancia que encendió las expectativas para el Mundial 2026. El partido se jugó el sábado 15 de noviembre de 2025 a las 7:30 p.m. hora colombiana en el Chase Stadium, en Fort Lauderdale, Florida, y fue el último ensayo antes de enfrentar a Australia en tres días. Lo que empezó como un triunfo esperado se convirtió en una lección humilde: el fútbol no se calcula con algoritmos.
La IA se equivocó, pero no por falta de datos
ChatGPT, junto con otros modelos de inteligencia artificial consultados por La Kalle de BLU Radio, habían proyectado una victoria abrumadora para Colombia. Basándose en la calidad individual, los últimos resultados y el ritmo de juego, la IA señaló que Colombia tenía más del 70% de probabilidad de ganar, con un marcador ideal de 3-0. Los atacantes Luis Díaz, Jhon Arias y Rafael Santos Borré —según las simulaciones— deberían haber destrozado la defensa neozelandesa. Pero el fútbol no es un videojuego. El equipo de Néstor Lorenzo, entrenador argentino, no jugó con la libertad esperada. La presión de Nueva Zelanda, su físico y su organización defensiva lograron neutralizar muchas de las ideas colombianas.Un gol temprano... y una reacción que sorprendió
El partido arrancó como un caos controlado. Al minuto 3, una jugada colectiva perfecta dejó a Gustavo Puerta solo en el área. Recibió un pase de Santiago Arias desde la banda derecha y disparó con potencia desde media distancia. El balón se coló por el ángulo superior izquierdo. El Chase Stadium se llenó de gritos colombianos. Pero el entusiasmo duró poco. Al minuto 80, Ben Old aprovechó un error de marcaje en un saque de esquina y empató el partido. El estadio se quedó en silencio. Por primera vez en semanas, la Selección Colombia parecía vulnerable. ¿Era un signo de alerta o solo una distracción momentánea?Carbonero, el héroe de la última jugada
La respuesta llegó en el minuto 88. Johan Carbonero, quien había entrado en el segundo tiempo como cambio, recibió un pase de Jefferson Lerma en el borde del área. Con un toque suave y un cambio de dirección que engañó al defensor, disparó con la pierna izquierda. El portero neozelandés no tuvo tiempo de reaccionar. El gol fue el momento clave. No fue espectacular, pero fue decisivo. Y eso es lo que importa en fútbol. Lerma, por cierto, fue el jugador más activo del partido: 7 recuperaciones, 43 pases acertados de 50 intentados. Su presencia en el centro del campo fue el eje de la contención y el inicio de los ataques.¿Por qué la IA falló? La humildad del deporte
Las inteligencias artificiales analizan datos: promedios de posesión, eficiencia en tiros, historial de enfrentamientos. Pero no miden el corazón. No saben que un jugador como Richard Ríos, que tenía un golpe en el tobillo semanas atrás, no solo estuvo disponible, sino que jugó 45 minutos con intensidad. No calculan que un equipo como Nueva Zelanda, considerado inferior, puede volverse feroz cuando sabe que no tiene nada que perder. Lorenzo lo dijo después: "No ganamos por ser mejores. Ganamos porque no nos rendimos". La IA no entiende eso. El fútbol, sí.Preparación para el Mundial: el próximo reto es Australia
Este partido fue parte de la preparación para el Mundial 2026, y el técnico argentino está construyendo un equipo más práctico, menos dependiente de la genialidad individual. Colombia viene de ganarle 4-0 a México y empatar 0-0 con Canadá en octubre. Ahora, el martes 18 de noviembre de 2025, a la misma hora y en el mismo estadio, enfrentará a Australia. Un rival más técnico, más organizado, con jugadores en ligas europeas de alto nivel. Si Colombia quiere ser candidata en 2026, debe mejorar su eficiencia en el tercer tercio. El 2-1 de hoy no es un triunfo de grandeza, pero sí de carácter.El papel de los medios y la emoción en vivo
La transmisión radial por FM Pacho Vélez captó la esencia del partido. Los comentaristas Johnny Gutiérrez y Pacho Vélez no solo describieron jugadas: describieron emociones. "Colombia empieza a mostrar una selección práctica y contundente", dijeron desde el minuto uno. Y así fue. Aunque el marcador no reflejó dominio, el juego tuvo claridad. Caracol Televisión y RCN transmitieron el partido en Colombia, y las redes sociales explotaron con memes sobre la IA que "predijo mal". La gente se divirtió, pero también se conmovió. Porque en el fútbol, lo que importa no es lo que se espera, sino lo que se logra.Frequently Asked Questions
¿Por qué la inteligencia artificial predijo un 3-0 si el partido terminó 2-1?
La IA se basó en estadísticas de rendimiento reciente, calidad de plantel y promedios históricos. Colombia tenía ventaja en posesión, tiros al arco y goles marcados en los últimos partidos. Pero no pudo modelar factores humanos: la intensidad defensiva de Nueva Zelanda, la fatiga en el segundo tiempo, o la falta de claridad en el último pase. El fútbol no es una ecuación, es una batalla de decisiones en tiempo real.
¿Quién fue el jugador más destacado en el partido y por qué?
Jefferson Lerma fue el más influyente. Con 7 recuperaciones y 43 pases correctos de 50 intentados, fue el eje de transición entre defensa y ataque. Su capacidad para leer el juego y mantener la posesión en momentos críticos evitó que Nueva Zelanda controlara el partido. Su desempeño fue clave para que Colombia no se desmoronara tras el empate.
¿Qué cambios hizo Néstor Lorenzo en el equipo y cómo impactaron?
Lorenzo apostó por una línea de cuatro defensores con mayor movilidad y un mediocampo más compacto. Richard Ríos, que estaba lesionado semanas atrás, jugó 45 minutos sin problemas, lo que le da opciones para el Mundial. La entrada de Johan Carbonero en el segundo tiempo fue decisiva: aportó velocidad y agresividad en el área. El técnico priorizó la eficiencia sobre la exhibición, y eso dio resultados.
¿Cómo se compara este partido con el enfrentamiento histórico entre Colombia y Nueva Zelanda?
En la Copa Confederaciones 2003, Colombia ganó 3-1 en Francia con un equipo más ofensivo y con figuras como Iván Córdoba y Faustino Asprilla. Este partido fue más equilibrado, con menos dominio ofensivo, pero más madurez defensiva. La diferencia no es solo en el resultado: hoy Colombia no juega para impresionar, sino para ganar, incluso cuando no domina.
¿Cuál es el próximo reto de la Selección Colombia y qué debe mejorar?
El próximo partido es contra Australia el 18 de noviembre en el mismo estadio. Australia tiene un juego más estructurado, con jugadores como Mathew Leckie y Aaron Mooy en su mejor nivel. Colombia debe mejorar su precisión en el área, reducir los errores defensivos en saques de esquina y generar más ocasiones claras. No basta con ganar por un gol: para el Mundial, necesita ser contundente.
¿Fue este partido un buen indicador para el Mundial 2026?
Sí, pero no por el marcador, sino por la mentalidad. Colombia demostró que puede ganar cuando no juega bien, que puede sufrir y seguir adelante. Esa capacidad de resistencia es más valiosa que una goleada. Lorenzo está construyendo un equipo que no depende de la inspiración individual, sino del trabajo colectivo. Eso es lo que se necesita en un Mundial.