4 sep
2024
El presidente ruso, Vladimir Putin, fue recibido con todos los honores en Ulán Bator, Mongolia, a pesar de una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por supuestos delitos de guerra. Putin arribó a la capital mongola el lunes y fue recibido por su homólogo, el presidente Ukhnaagiin Khurelsukh, en una grandiosa ceremonia en la Plaza de Genghis Khan el martes.
Este viaje es significativo ya que marca la primera ocasión en que Vladimir Putin visita un país miembro de la CPI desde que la corte emitió la orden de arresto en marzo de 2023. La CPI ha acusado a Putin de la deportación ilegal de niños desde Ucrania tras la invasión rusa en 2022. La comunidad internacional, en particular Ucrania y varias naciones occidentales, ha condenado fuertemente a Mongolia por no ejecutar la orden de arresto, calificando la visita como un golpe a la legitimidad de la justicia internacional.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania describió la decisión de Mongolia de no detener a Putin como un 'duro golpe' a la CPI y al sistema de justicia internacional. Ucrania ha acusado al país de 'compartir la responsabilidad' por los crímenes de guerra supuestamente cometidos por Putin. Las reacciones no solo provinieron de Ucrania, sino que los grupos de derechos humanos también expresaron su descontento.
Amnestía Internacional advirtió que la negativa de Mongolia a detener a Putin podría debilitar aún más la legitimidad de la CPI, una corte ya enfrentando desafíos para imponer sus mandatos a nivel global. Por otro lado, la opinión pública en Mongolia parece dividida. Si bien se llevaron a cabo protestas en la capital antes de la llegada de Putin, con manifestantes exigiendo su arresto, las autoridades permanecieron firmes en su decisión de recibirlo con honores.
Mongolia tiene estrechos lazos culturales con Rusia y mantiene relaciones económicas importantes con China, ambos factores que han influido en su postura en cuanto a la invasión rusa en Ucrania. A lo largo del conflicto, Mongolia ha preferido mantener una postura neutral, absteniéndose de condenar las acciones rusas durante las votaciones en las Naciones Unidas.
Según el Kremlin, la visita de Putin ya había sido planeada con anticipación y se enmarca en las celebraciones del 85.º aniversario de la victoria de las fuerzas mongolas y soviéticas contra Japón. La confianza del Kremlin en que Putin no sería detenido se basaba en un 'fuerte diálogo' con Mongolia, y el gobierno ruso se mostró seguro de que su líder estaría seguro durante su visita.
La visita de Putin a Mongolia plantea preguntas complejas sobre el futuro de la justicia internacional y la capacidad de la CPI para hacer valer sus mandatos entre sus estados miembros. Si bien Ucrania ha indicado que trabajará con sus aliados para asegurar que Mongolia enfrente consecuencias por sus acciones, aún no está claro qué medidas concretas tomará la comunidad internacional.
En última instancia, la decisión de Mongolia de recibir a Putin sin arrestarlo podría tener implicaciones a largo plazo en su reputación y en sus relaciones internacionales. Además, resalta las dificultades que enfrenta la CPI para aplicar justicia en un contexto global lleno de intereses económicos y políticos entrelazados.
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