Los vientos récord, ráfagas de aire que superan los límites históricos registrados en una zona. Also known as ráfagas extremas, these are not just strong gusts—they’re nature’s sudden power surges that can uproot trees, knock out power grids, and even alter coastal erosion patterns in minutes. En Chile, donde la geografía estrecha y montañosa canaliza el aire como un tubo, estos vientos no son raros: han alcanzado más de 200 km/h en la Región de Los Lagos, superando récords de 1992 y 2018. No son simplemente un fenómeno meteorológico: son indicadores de cambios más profundos en el clima.
Lo que muchos ven como una tormenta pasajera, los científicos la analizan como parte de un patrón más grande. Los sistemas de baja presión, zonas atmosféricas que generan vientos intensos al atraer aire desde áreas de alta presión se han vuelto más frecuentes y más violentos en el sur de Chile. Esto no es casualidad. Estudios del Centro de Estudios Científicos en Valdivia vinculan este aumento con el calentamiento del océano Austral y la debilidad de la corriente de chorro. Cuando estos sistemas chocan con las cordilleras, el aire se acelera como un cohete, y es ahí donde nacen los vientos récord. En Valparaíso, en 2023, una ráfaga de 187 km/h rompió ventanas en edificios de tres pisos y dejó sin luz a más de 200 mil hogares en una sola noche.
Los alertas meteorológicas, sistemas de advertencia que notifican a la población sobre condiciones climáticas peligrosas en Chile han mejorado, pero aún hay lagunas. SENAPRED y la Dirección Meteorológica emiten avisos, pero muchas comunidades rurales no los reciben a tiempo. En la Región de Aysén, vecinos de pequeños pueblos cuentan que no recibieron alertas hasta que ya el viento había derribado postes y cortado caminos. El problema no es solo el viento: es la falta de preparación. Mientras en la Región de Magallanes se construyen viviendas con estructuras reforzadas, en otras zonas aún se usan techos de zinc sin anclaje. Los vientos récord no esperan. Si no te preparas, ellos te lo recuerdan.
Lo que sigue son historias reales de cómo estos vientos han impactado a Chile: desde el corte de energía masivo en Valparaíso hasta las evacuaciones en la Patagonia. No son solo noticias de clima: son testimonios de resistencia, de infraestructura que falla, y de comunidades que aprenden a vivir con la fuerza del viento. Aquí encontrarás lo que realmente pasó cuando el aire se volvió arma.
El 2 de agosto de 2024, Santiago vivió un evento meteorológico sin precedentes cuando un sistema frontal histórico trajo consigo vientos récord a la región. Las ráfagas, nunca antes registradas, causaron interrupciones y daños generalizados. La Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) emitió una alerta roja para la Región Metropolitana, instando a los residentes a tomar precauciones y permanecer en interiores.