Un terremoto, un movimiento brusco de la corteza terrestre causado por la liberación de energía acumulada en las fallas geológicas. También conocido como sismo, es algo que en Chile no se trata de si va a pasar, sino cuándo. Aquí no se habla de teorías ni de probabilidades remotas: cada año, el país registra cientos de movimientos sísmicos, y algunos de ellos cambian vidas en minutos. No es un fenómeno lejano: es parte del paisaje físico y mental de quienes viven entre las placas tectónicas que se empujan bajo el Pacífico.
Lo que realmente importa no es el número de la magnitud en la escala de Richter, sino lo que haces antes, durante y después. El SENAPRED, el sistema nacional de prevención de desastres en Chile, encargado de coordinar alertas, simulacros y respuestas ante emergencias no solo emite avisos: organiza simulacros masivos en ciudades como Valparaíso, donde cada año se ensayan rutas de evacuación, puntos de encuentro y cómo actuar si estás en un edificio alto cuando empieza a temblar. Y no es solo para adultos: las escuelas, los hospitales, hasta los supermercados tienen planes de emergencia. Porque en Chile, la preparación no es opcional: es una rutina.
Y cuando el terremoto sacude el suelo, no es el temblor lo que mata, sino lo que cae: ventanas, techos, muebles, postes. Por eso, saber dónde poner tu cama, qué objetos pesados sujetar, y cómo abrir la puerta de tu casa si se atasca tras el sismo, puede salvarte la vida. Y si vives cerca del mar, el tsunami, una ola gigante generada por un movimiento submarino, que puede llegar con poca advertencia y destruir kilómetros de costa es otra capa de riesgo. No se trata de pánico: se trata de saber que si el suelo tiembla fuerte y por más de 20 segundos, y estás en la costa, debes moverte hacia arriba, rápido. No esperes a que suene la sirena: corre.
Lo que verás en esta lista no son artículos sobre teorías científicas ni estadísticas de décadas pasadas. Son relatos reales: alertas activadas en Valparaíso, simulacros que movilizaron a miles, decisiones tomadas en el último segundo, y cómo la comunidad se organiza cuando el sistema se sobrecarga. Son historias de vecinos que ayudan, de familias que preparan mochilas de emergencia, y de cómo una simple acción —como saber dónde está tu botella de agua y tu linterna— puede marcar la diferencia entre el miedo y la supervivencia. Aquí no hay teorías abstractas. Solo lo que funciona cuando la tierra se mueve.
Un reciente terremoto sacudió a Chile el 23 de octubre de 2024, generando gran interés en la población. Aunque los detalles específicos sobre la ubicación exacta y la intensidad no están disponibles, este evento ha causado tanto preocupación como movilización por parte de las autoridades. La población se mantiene alerta, mientras que los servicios de emergencia trabajan arduamente para evaluar daños y garantizar la seguridad de todos.