Cuando hablas de Starlink, un sistema de internet por satélite operado por SpaceX que usa miles de pequeños satélites en órbita baja para entregar conexión rápida a cualquier punto del planeta. También conocido como red satelital de SpaceX, este servicio ya no es ciencia ficción: es la única opción para miles de chilenos que nunca tuvieron acceso a internet estable. En zonas como la Región de Aysén, el norte grande o las islas, donde las empresas tradicionales no llegan por costos, Starlink es la única forma de llamar, estudiar o trabajar en línea. No es un simple router: es una antena que apunta al cielo y se conecta directamente a satélites que pasan por encima de tu cabeza cada pocos minutos.
Lo que hace diferente a Starlink, un sistema de internet por satélite operado por SpaceX que usa miles de pequeños satélites en órbita baja para entregar conexión rápida a cualquier punto del planeta. También conocido como red satelital de SpaceX, este servicio ya no es ciencia ficción: es la única opción para miles de chilenos que nunca tuvieron acceso a internet estable. En zonas como la Región de Aysén, el norte grande o las islas, donde las empresas tradicionales no llegan por costos, Starlink es la única forma de llamar, estudiar o trabajar en línea. No es un simple router: es una antena que apunta al cielo y se conecta directamente a satélites que pasan por encima de tu cabeza cada pocos minutos.
La conexión no es perfecta. A veces se corta cuando pasa una nube densa, o si hay mucho viento que mueve la antena. Pero en comparación con el internet por cable que tarda horas en cargar una página, o el que no existe, es una revolución. En comunidades mapuches del sur, en pueblos mineros del norte o en refugios de montaña, ya hay familias que ven clases en línea, consultan médicos por video o venden artesanías por internet gracias a esta tecnología. Y no solo son particulares: escuelas rurales, centros de salud y hasta estaciones de carabineros usan Starlink para funcionar.
En Chile, el despliegue sigue creciendo. La empresa ya tiene más de 20.000 usuarios activos, y el gobierno ha incluido Starlink en programas de conectividad nacional. No es barato: la antena cuesta cerca de 700 dólares y la mensualidad ronda los 70 mil pesos. Pero para muchos, es el único precio que vale la pena pagar por tener acceso al mundo.
Lo que encontrarás aquí son noticias reales sobre cómo Starlink se está instalando en Chile: desde los primeros casos de uso en zonas aisladas hasta los problemas técnicos que enfrentan los usuarios, los intentos de regulación por parte del gobierno y cómo se compara con otras alternativas como el 5G o el internet por fibra. No hay teorías ni promesas vacías: solo lo que está pasando, en tiempo real, en las calles, casas y escuelas de nuestro país.
El supuesto "Tesla Pi Phone" no está respaldado por Tesla ni Elon Musk; verificadores como Rappler y Vietnam.vn desmienten las acusaciones y explican por qué la información es falsa.