La sexualización de menores, el proceso de tratar a niños y adolescentes como objetos sexuales, independientemente de su edad o desarrollo. También conocida como comercialización sexual infantil, es un fenómeno que no solo ocurre en pantallas, sino en la escuela, el hogar y hasta en los espacios públicos. No se trata de miradas o comentarios aislados: es cuando se les viste, habla o representa de forma que prioriza su atractivo sexual sobre su dignidad como personas. Y esto no es un problema lejano: lo vemos en anuncios, en redes sociales, en programas de entretenimiento y, peor aún, en la normalización de ciertos comportamientos hacia jóvenes.
Este fenómeno protección infantil, el conjunto de acciones legales, sociales y educativas para salvaguardar a los menores de daños físicos, emocionales o sexuales se rompe cuando se les exige comportarse como adultos en contextos inapropiados. Las niñas son las más afectadas: se les critica por su ropa, se les hace comentarios sobre su cuerpo, se les presiona para que sean "sexy" en redes. Pero también los niños sufren: se les reduce a su apariencia física, se les ridiculiza por no ser "machos" o se les expone a contenido sexualizado sin filtro. La explotación sexual, el uso de menores para generar beneficio económico o emocional mediante la sexualización es una consecuencia directa: desde fotos comprometidas hasta videos grabados sin consentimiento, todo esto se vuelve mercancía en redes.
Chile tiene leyes, pero no siempre se aplican. La legislación chilena, el marco legal que protege a los menores de abusos sexuales y su comercialización existe, pero la falta de educación, de denuncias y de seguimiento real hace que muchos casos queden en la sombra. ¿Quién denuncia si no sabe que eso es un delito? ¿Quién se atreve si el entorno lo normaliza? Por eso, lo que necesitamos no son más leyes, sino conciencia. Que los padres entiendan lo que ven sus hijos en TikTok. Que los colegios enseñen a identificar el acoso sexual disfrazado de "chiste". Que los medios dejen de vender a los niños como objetos.
Lo que encontrarás aquí no son solo noticias. Son testimonios, denuncias, análisis y casos reales que muestran cómo la sexualización de menores se esconde en lo cotidiano. Algunos artículos hablan de campañas que intentan frenarla, otros de procesos judiciales, otros de cómo las plataformas digitales la alimentan. No es un tema de moda. Es un tema de supervivencia.
La canción '+57', lanzada por artistas colombianos de reggaetón como Karol G, Feid, Maluma y J Balvin, ha generado una fuerte controversia. Las críticas señalan que las letras promueven la sexualización de menores y minimizan la problemática de explotación infantil en Medellín. Karol G ofreció disculpas públicas, destacando que sus intenciones fueron malinterpretadas. La controversia ha generado un amplio debate cultural en Colombia.