La maternidad, el proceso de ser madre, incluyendo el embarazo, el parto y la crianza temprana. También conocida como cuidado parental temprano, es una experiencia que afecta a más de la mitad de las mujeres chilenas en algún momento de su vida, pero no todas viven la misma realidad. En Chile, ser madre no es solo un acto biológico: es un desafío social, económico y legal que se vive con desigualdad. Mientras algunas tienen acceso a licencias pagadas, apoyo psicológico y guarderías cercanas, otras deben elegir entre trabajar o cuidar a su bebé, sin red de apoyo ni garantías reales.
El sistema de salud maternal aún tiene brechas grandes: muchas mujeres en zonas rurales o comunas pobres no reciben controles prenatales adecuados, y el parto en centros públicos puede implicar largas esperas, falta de privacidad o incluso maltrato. No es raro escuchar historias de mujeres que tuvieron que insistir para que les dieran analgésicos o para que respetaran su decisión de no hacer una episiotomía. La derechos maternales, el conjunto de garantías legales que protegen a las mujeres durante el embarazo, parto y postparto existen en papel, pero en la práctica, muchas no las conocen o no pueden exigirlas. Y cuando se trata de salud maternal, el cuidado integral de la mujer desde el embarazo hasta el primer año después del parto, el sistema aún prioriza lo urgente sobre lo preventivo. La tasa de mortalidad materna en Chile no es alta comparada con otros países, pero las desigualdades sí lo son: una mujer indígena o migrante tiene muchas más probabilidades de sufrir complicaciones que una mujer con seguro privado en Santiago.
La mujeres en Chile, el grupo social que enfrenta las mayores cargas de cuidado y trabajo no remunerado no solo son madres: son trabajadoras, estudiantes, cuidadoras de ancianos y luchadoras por un mejor sistema. Y aunque hay avances —como la ley de licencia parental compartida o los espacios de lactancia en algunos lugares públicos—, aún falta mucho. Muchas madres jóvenes se sienten solas, sin redes, sin apoyo emocional y con presión para ser "perfectas". En esta colección encontrarás historias reales: mujeres que lucharon por sus derechos en el hospital, otras que montaron cooperativas de cuidado infantil en sus barrios, y las que simplemente se negaron a callar cuando nadie las escuchaba. También verás datos sobre licencias, acceso a salud, y cómo el estado y la sociedad aún fallan en apoyarlas. No es un tema de moda ni de tendencias: es una necesidad diaria. Lo que sigue no son solo noticias: son testimonios que te van a hacer pensar, y quizás, actuar.
Vanesa Borghi, una reconocida figura, ha dado a luz recientemente a su hijo, Teo Garcés Borghi, el pasado 28 de agosto de 2024. Tanto ella como su pareja, residentes en Chile, han manifestado una inmensa alegría con la llegada de su bebé, compartiendo la noticia públicamente y permitiendo que sus seguidores vean por primera vez el rostro del recién nacido.