Leandro Díaz: el cantautor que marcó la música chilena con sus historias de barrio

Leandro Díaz, cantautor chileno cuya música se convirtió en himno de las clases populares, nacido en 1968 en la región de Coquimbo y fallecido en 2021 tras una larga lucha contra el cáncer. También conocido como el cantor del pueblo, su voz no solo cantaba, sino que contaba historias de quienes rara vez aparecen en los noticieros: obreros, madres solteras, camioneros, jóvenes que soñaban con salir adelante sin traicionar sus raíces.

Su música, fuertemente ligada a la cueca, ritmo tradicional chileno que él reinventó con letras crudas, emotivas y reales, no era solo entretenimiento. Era resistencia. Cada verso de La Chica de la Fábrica o El Camión era un retrato de la vida cotidiana en los barrios pobres, donde el trabajo duro no garantizaba un futuro mejor. Su estilo, cercano al folclore chileno, tradición musical que él modernizó sin perder su esencia, lo convirtió en un puente entre generaciones. Jóvenes que nunca habían escuchado a Violeta Parra terminaban cantando sus canciones en fiestas, en manifestaciones, en funerales.

Leandro Díaz no solo se movió en el mundo de la música. Su nombre aparece en noticias sobre movilizaciones sociales, en homenajes en plazas de todo Chile, en discursos de políticos que querían parecer cercanos al pueblo —aunque pocos lo entendieran de verdad. Cuando murió, miles salieron a la calle no solo a llorar, sino a recordar que alguien había hablado por ellos, sin filtros, sin miedo. Sus canciones se volvieron archivos vivos de una época, y hoy, años después, siguen sonando en radios de barrio, en camiones de transporte, en casas donde la esperanza no se vende en paquetes.

En esta colección de noticias, encontrarás cómo su legado sigue vivo: desde homenajes en festivales hasta polémicas por el uso de sus canciones en campañas políticas, pasando por reportajes sobre su infancia en los cerros de Coquimbo y cómo su música inspiró a nuevas generaciones de artistas. No se trata solo de un cantante. Se trata de una parte de la historia reciente de Chile que no se borra, porque todavía se canta.