Una fiesta, un encuentro colectivo que trasciende el entretenimiento para convertirse en expresión cultural, política y social. También conocida como celebración, es más que música y comida: es donde se definen alianzas, se desafían normas y se recuerda quiénes somos. En Chile, una fiesta puede ser el grito de un estadio, el baile en una plaza de pueblo, o incluso el estreno de una serie que divide a la gente como un partido de fútbol.
Las fiestas, eventos sociales que agrupan a personas en torno a un propósito común, ya sea emocional, religioso o político. También conocida como celebración no siempre son alegres. A veces son protestas con tambores, como las de la Generación Z en Lima, o debates que se vuelven espectáculos, como el que desató el programa Coliseo, un espacio de humor que se convirtió en polémica por su influencia en el Festival de Viña 2026. Otras veces, son escándalos que rompen producciones: como cuando Tenoch Huerta dejó Fiesta en la madriguera tras acusaciones que sacudieron a Netflix. Aquí, la fiesta no solo se vive, se discute, se cuestiona y a veces se cancela.
Y no solo en la pantalla. Las fiestas también se juegan en los estadios, donde el fervor de los hinchas es tan fuerte como el gol de Jack Grealish que rompió una racha de 19 partidos. O en las calles de Valparaíso, donde un simulacro de sismo-tsunami se convierte en una fiesta de preparación colectiva. Incluso los premios a mujeres emprendedoras, con capas hechas de residuos del desierto de Atacama, son una fiesta silenciosa pero poderosa: donde la sostenibilidad se viste de gloria.
Lo que encontrarás aquí no son solo notas sobre eventos. Son historias reales de cómo una fiesta puede cambiar el rumbo de una carrera, desatar una leyenda, o forzar a un país a mirarse en el espejo. Desde el tenis en Kitzbühel hasta el debut de una árbitra mexicana en el Mundial Sub-20, cada noticia tiene una fiesta detrás: de alegría, de rabia, de orgullo o de sorpresa. No importa si es en Chile, México o Bolivia: cuando la gente se reúne para celebrar, algo siempre cambia.
La Movistar Arena se transformó en una discoteca vibrante para la esperada 'Noche de Reggaeton'. Este evento reunió a fanáticos de la música urbana de la vieja escuela, con un impresionante cartel de artistas reconocidos. Los asistentes elogiaron las vibras nostálgicas y la atmósfera de alta energía, destacando las actuaciones memorables de Don Omar, Daddy Yankee e Ivy Queen.