Los crímenes de lesa humanidad, son actos sistemáticos y generalizados contra civiles por parte del Estado o grupos organizados, como ejecuciones, torturas, desapariciones forzadas o encarcelamientos arbitrarios. También conocidos como crímenes contra la humanidad, son considerados los más graves que puede cometer un gobierno, y no prescriben nunca. No son simples delitos comunes: son ataques planificados contra una población, y su existencia implica que el poder estatal se volvió contra sus propios ciudadanos.
En Chile, el período de la dictadura militar entre 1973 y 1990 dejó más de 40.000 víctimas documentadas de violaciones a los derechos humanos, incluyendo más de 3.000 ejecutados y desaparecidos. También conocido como la dictadura de Pinochet, este tiempo fue el escenario de algunos de los peores crímenes de lesa humanidad en la historia reciente de América Latina. La justicia tardó años en llegar, pero hoy, gracias a juicios como el de la Causa Caravana de la Muerte, donde militares fueron condenados por asesinar a 75 personas en 1973, se ha demostrado que estos crímenes no quedan en la impunidad. Otros casos, como el de la Causa Rettig, que investigó las desapariciones en todo el país, sentaron las bases para que las familias pudieran pedir verdad y reparación.
Lo que hace especial a estos crímenes es que no se limitan a un solo país. El Tribunal Penal Internacional, creado en 2002, tiene jurisdicción para juzgar este tipo de actos en cualquier parte del mundo, y muchos países han usado su sistema para procesar a exdictadores o líderes militares. En Argentina, por ejemplo, se juzgaron crímenes similares durante la última dictadura, y en Guatemala se condenó a un exjefe de Estado por genocidio contra pueblos indígenas. Estos casos no son historia antigua: cada año, nuevos testimonios, archivos desclasificados o pruebas forenses abren nuevas investigaciones.
En Chile, aún quedan más de 1.000 casos de desaparecidos sin identificar, y muchas familias siguen buscando respuestas. Los tribunales locales, con apoyo de organismos internacionales, continúan trabajando en investigaciones que antes se consideraban imposibles. No se trata solo de castigar a quienes cometieron estos actos, sino de entender cómo se permitió que pasaran, y cómo evitar que vuelvan a suceder.
Lo que encontrarás aquí no son solo noticias sueltas. Son historias reales, juicios en curso, testimonios que rompen el silencio, y avances legales que poco a poco van reconstruyendo la memoria colectiva. Algunos casos son conocidos, otros aún están en la sombra. Pero todos tienen un punto en común: la búsqueda de justicia, por parte de quienes nunca dejaron de pedirla.
Luis Almagro, Secretario General de la OEA, ha solicitado a la Corte Penal Internacional que emita una orden de arresto contra el presidente venezolano Nicolás Maduro por presuntos crímenes de lesa humanidad. La petición se basa en un informe de la OEA que detalla graves violaciones a los derechos humanos y represión política en Venezuela.