Colaboración: cómo funciona en Chile y por qué importa en la sociedad

Colaboración, la acción de trabajar juntos hacia un objetivo común. También conocida como trabajo en equipo, es lo que hace que las cosas sucedan de verdad en Chile: desde los vocales de mesa que garantizan elecciones justas hasta las mujeres que reciclan desechos del Atacama para crear moda sostenible. No es algo que se enseña en libros, sino que se vive en la calle, en los estadios, en las juntas vecinales y en los partidos de fútbol donde un jugador le da el pase a otro porque sabe que juntos ganan.

La colaboración no siempre es ruidosa. A veces es silenciosa: cuando una persona se presenta como vocal de mesa sin que nadie la obligue, cuando un árbitro mexicano dirige un partido del Mundial Sub-20 en Santiago y rompe barreras de género, o cuando el Metro de Santiago suspende una línea para proteger a alguien que está en las vías. En todos esos casos, hay alguien que elige actuar por el bien común. Y eso no es altruismo, es colaboración en su forma más pura.

En Chile, la colaboración también se mide en cifras: 203.646 vocales de mesa para las elecciones de 2025, 85.000 hogares que reciben agua de nuevo tras un corte programado, o 18 mujeres emprendedoras que transforman su zona con proyectos ecológicos. No son héroes solitarios. Son redes. Son comunidades. Son personas que deciden no quedarse sentadas. Y cuando miras los resultados —como el pase de Universidad de Chile a semifinales de la Copa Sudamericana, gracias a un esfuerzo colectivo y no a un solo gol—, entiendes que el éxito rara vez llega solo.

La colaboración no es opcional. Es la base de todo lo que funciona. Sin ella, no hay elecciones limpias, no hay deporte justo, no hay sostenibilidad real. Y en un país donde las desigualdades pesan, es precisamente en la colaboración donde nace la esperanza. Lo que verás aquí no son solo noticias: son ejemplos reales de cómo la gente, en distintos rincones de Chile, decide hacer las cosas juntos. Porque cuando se trabaja en equipo, hasta los problemas más grandes se hacen más manejables.