Anastasio Somoza, el líder militar y político que gobernó Nicaragua como dictador entre 1936 y 1979, con interrupciones breves. Also known as Anastasio Somoza García, fue parte de una dinastía familiar que convirtió el país en un régimen hereditario apoyado por Estados Unidos durante la Guerra Fría. Su nombre no aparece solo en libros de historia: su influencia se siente en los movimientos sociales, los golpes de Estado y las revoluciones que sacudieron Centroamérica.
El régimen de Somoza no fue un caso aislado. Era parte de una red de dictaduras en Latinoamérica que compartían patrones: control militar, censura, represión de opositores y alianzas con intereses extranjeros. En Nicaragua, su familia controló el ejército, la banca y los medios. Su hijo, Anastasio Somoza Debayle, heredó el poder y lo mantuvo hasta que la Revolución Sandinista lo derrocó en 1979. La historia de estos hombres no es solo la de un país: es un espejo de cómo el poder autoritario se mantiene con dinero, miedo y apoyo externo.
En las noticias que aparecen aquí, no encontrarás artículos directamente sobre Somoza, pero sí historias que guardan su huella: protestas contra gobiernos autoritarios en Perú y Bolivia, movilizaciones de jóvenes exigiendo justicia, y la forma en que los medios y las instituciones son manipulados para mantener el control. El legado de Somoza vive en esos patrones. Cuando ves un arresto violento en Jacksonville, una elección en Chile con votación obligatoria, o una protesta en Lima por pensiones, estás viendo versiones modernas de lo que él construyó: sistemas donde el poder no se rinde, se toma.
Lo que sigue aquí no es una colección de artículos sobre Nicaragua, sino una muestra de cómo las dinámicas de poder, represión y resistencia que él representó siguen vivas. Desde el control de las elecciones hasta la violencia policial, desde la desigualdad estructural hasta la lucha por la verdad, todo lo que aparece en esta lista tiene raíces en ese tipo de régimen. Y eso no es casualidad: es historia que se repite, con nuevos nombres, pero con los mismos mecanismos.
El artículo narra cómo el cantante español Julio Iglesias se vio involuntariamente involucrado en el asesinato del dictador nicaragüense Anastasio Somoza en 1980. A través de una serie de coincidencias, una misión de guerrilleros Sandinistas utilizó su avión privado como señuelo mientras se dirigían a Asunción, Paraguay, para ejecutar su plan.