El artículo narra cómo el cantante español Julio Iglesias se vio involuntariamente involucrado en el asesinato del dictador nicaragüense Anastasio Somoza en 1980. A través de una serie de coincidencias, una misión de guerrilleros Sandinistas utilizó su avión privado como señuelo mientras se dirigían a Asunción, Paraguay, para ejecutar su plan.