Accidente cerebrovascular: síntomas, prevención y lo que debes saber ahora

Un accidente cerebrovascular, también conocido como ictus, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe o se reduce. También conocido como ictus, puede dejar secuelas permanentes si no se trata en los primeros minutos. En Chile, es la segunda causa de muerte y la principal causa de discapacidad en adultos. No es algo que solo le pasa a personas mayores: cada vez hay más casos en gente joven, por hábitos poco saludables, presión arterial alta o incluso por estrés crónico.

Lo que pocos saben es que el ictus, un tipo específico de accidente cerebrovascular causado por un coágulo. También conocido como ictus isquémico, representa el 85% de todos los casos. El otro 15% son hemorragias cerebrales, que ocurren cuando un vaso sanguíneo se rompe. Ambos son igual de peligrosos, pero se tratan de forma distinta. Por eso, no puedes esperar a ver si los síntomas pasan. Si alguien de repente pierde fuerza en un lado del cuerpo, se le cae la cara, habla mal o pierde la visión de un ojo, accidente cerebrovascular es la única explicación que importa. Llama al 131 o al 132 inmediatamente. Cada minuto cuenta: por cada minuto que pasa sin tratamiento, se pierden 1.9 millones de neuronas.

La buena noticia es que hasta un 80% de estos episodios se pueden prevenir. Controlar la presión, dejar de fumar, moverse todos los días y evitar el exceso de sal son acciones simples que marcan la diferencia. En Chile, organizaciones como el Ministerio de Salud y la Sociedad Chilena de Neurología han lanzado campañas para enseñar a la gente a reconocer los signos. Pero la información aún no llega a todos. Por eso, aquí encontrarás historias reales de personas que sobrevivieron, de familias que aprendieron a reaccionar a tiempo, y de médicos que explican qué cambió en los últimos años para tratarlo mejor. También verás reportajes sobre cómo el sistema de salud chileno está adaptando sus protocolos en hospitales de Santiago, Valparaíso y Concepción para acelerar el diagnóstico. No es solo sobre medicina: es sobre conciencia, rapidez y saber qué hacer antes de que sea tarde.