Abuso de sustancias, el uso repetido y dañino de drogas, alcohol u otros compuestos que alteran la mente, incluso cuando generan consecuencias negativas en la salud, trabajo o relaciones. También conocido como dependencia conductual, no es solo una cuestión de voluntad: es una condición médica que cambia el cerebro y afecta a familias enteras. En Chile, este problema no se limita a las grandes ciudades. Se ve en jóvenes que empiezan con cigarros o cerveza en fiestas, en adultos que usan medicamentos recetados más allá de lo indicado, y en personas que buscan escapar del estrés, la soledad o la pobreza con sustancias que, al principio, parecen una solución.
Alcohol, la sustancia más consumida y menos regulada en el país, es una de las principales causas de accidentes, violencia doméstica y ausentismo laboral. El abuso de drogas, incluyendo cocaína, marihuana y anfetaminas, ha crecido en los últimos años, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. No es raro que alguien empiece con una pastilla para el dolor, termine dependiendo de ella, y luego busque algo más fuerte porque ya no le basta. Esto no es una elección, es un ciclo que se alimenta de la falta de apoyo, información y acceso a tratamiento.
Lo que muchos no ven es que el abuso de sustancias no siempre se muestra con inyecciones o botellas vacías. A veces se esconde detrás de un cambio de personalidad, de dejar de ir al trabajo, de perder interés en los estudios, o de aislarse de los amigos. Y cuando eso pasa, no es solo la persona la que sufre: sus hijos, padres, parejas y colegas también cargan con el peso.
En Chile, los casos que salen en las noticias —como accidentes por conducir bajo efectos, sobredosis en fiestas, o jóvenes que caen en redes de venta ilegal— son solo la punta del iceberg. Lo que no se publica son las familias que callan por vergüenza, los trabajadores que pierden sus empleos sin que nadie los ayude, o los estudiantes que se rinden porque ya no pueden concentrarse. Pero hay esperanza: cuando se entiende el problema como una enfermedad, no como un vicio, se abren caminos reales de recuperación.
Lo que encontrarás aquí no son estadísticas frías ni sermones. Son historias reales, casos cercanos, y datos que te ayudan a reconocer señales que quizás ya has visto —en tu casa, en tu barrio, en ti mismo. Porque saber lo que está pasando es el primer paso para hacer algo al respecto.
Julia Fernandes, modelo brasileña y exconcursante de reality show, ha roto el silencio y ha desvelado detalles inéditos sobre un grave accidente en el que estuvo involucrada junto a Ignacio Lastra. La modelo atribuye su supervivencia a Lastra y quiere aclarar malentendidos.