27 sep
2025
En octubre pasado se celebró la segunda edición de los mujeres emprendedoras que están redefiniendo el futuro de Chile mediante iniciativas verdes y de economía circular. El proyecto, que nació dentro del programa "Super Capas" de Radio ADN, busca visibilizar el impacto ambiental y social de los negocios liderados por mujeres, al mismo tiempo que les brinda acompañamiento técnico y mentorías. La entrega de premios tuvo lugar en Humberstone, una antigua zona minera declarada Patrimonio de la Humanidad, durante el desfile del Runway Fashion Design, lo que reforzó la conexión entre moda sostenible y desarrollo regional.
Los galardones no son simples diplomas: cada capa está confeccionada con residuos recogidos en los vertederos del desierto de Atacama, una colaboración entre la diseñadora Fabiola Aillón y la marca "Desierto Vestido y Velvet". La pieza simboliza la transformación de lo que antes era basura en algo que otorga poder y reconocimiento.
El jurado estuvo formado por tres figuras reconocidas en el ámbito del desarrollo sostenible: la actriz y autora Daniela Seguel, experta en ropa consciente para niños; la ingeniera ambiental Paola Quiroga, fundadora de Ewreka Chile; y Richard Campillay, líder de estilo en la Academia de Emprendedores ademLatam. Su tarea consistió en evaluar el impacto ambiental, la generación de empleo y la capacidad de los proyectos para escalar a nivel nacional.
Las premiaciones se dividieron por zonas geográficas y sector público, resaltando la diversidad de soluciones que emergen en distintas partes del país.
Además del premio simbólico, cada ganadora obtuvo una serie de talleres de mentorización diseñados por expertos en finanzas, marketing digital y gestión de cadenas de suministro sostenible. Estos programas buscan que los proyectos escalen, accedan a nuevos mercados y refuercen su viabilidad económica.
La iniciativa también subraya la dimensión familiar de los emprendimientos. Según la periodista Jessica Rodríguez, muchas de estas mujeres combinan su papel de cuidadoras con la gestión de sus empresas, por lo que los premios pretenden reconocer y fortalecer esa doble carga.
El ecosistema local y nacional ha respondido con entusiasmo. Organizaciones como Fundación Chile, la Red de Emprendedores Verdes y varias universidades han manifestado su interés en replicar el modelo en otras regiones. La esperanza es que, al dar visibilidad a estas experiencias, más mujeres se animen a lanzar proyectos que conjuguen desarrollo económico y preservación ambiental.
En la clausura del evento, la diseñadora Fabiola Aillón explicó que las capas no solo son un premio, sino también un llamado a la acción: "Cada fibra que usamos proviene de lo que la sociedad desecha. Si convertimos eso en un símbolo de liderazgo, estamos mostrando que lo imposible se vuelve posible cuando cambiamos la mirada".
Con este reconocimiento, Chile suma un paso más hacia una economía más circular y equitativa, donde la innovación liderada por mujeres se vuelve pieza clave para enfrentar los retos climáticos y sociales del futuro.
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