Cuando Joe Biden, presidente de los Estados Unidos entró en el segundo día de la paralización federal a la 00:01 del miércoles 1 de octubre de 2025, el mundo del turismo quedó en vilo.
El Congreso no logró aprobar un nuevo presupuesto y, tras 22 cierres parciales desde 1976, el gobierno se quedó sin fondos operativos. Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y la Administración Federal de Aviación (FAA) declararon a la mayoría de sus empleados como "esenciales", obligándolos a trabajar sin recibir su sueldo inmediato.
Contexto: ¿Por qué importa este cierre?
En el último cierre, entre diciembre de 2018 y enero de 2019, la paralización duró 34 días y causó el 10 % de bajas por enfermedad en la TSA, lo que provocó filas de hasta ocho horas en el control de seguridad. Esa experiencia sirve de referencia: si el actual se prolonga más de dos semanas, el efecto dominó podría ser mucho peor.
El sector de viajes ya lidia con la recuperación post‑pandemia; ahora se enfrenta a la amenaza de perder alrededor de mil millones de dólares por semana según analistas de la industria. La pérdida no solo afecta a aerolíneas, sino también a hoteles, restaurantes y a comunidades que viven del turismo.
Desarrollo: Qué está ocurriendo en los aeropuertos
En el Aeropuerto Internacional de Miami las terminales aparecen más vacías de lo habitual. Viajeros y empleados intentan mantener la rutina, pero el número de inspecciones está bajo presión. La TSA cuenta con más de 61 000 empleados esenciales; la FAA, con 13 000 controladores aéreos, también sigue operando sin nómina.
Los sindicatos de trabajadores advierten que la falta de pago puede desencadenar una ola de renuncias. "Si la situación persiste, veremos ausencias masivas y retrasos que podrían llegar a varias horas", declaró un portavoz de la asociación de controladores, que prefirió permanecer en el anonimato.
Los protocolos de seguridad se mantienen, pero la moral está decayendo. En casos extremos, en cierres anteriores, se llegó a suspender temporalmente los controles de seguridad en algunas áreas, lo que obligó a cerrar terminales enteras.
Respuesta de otras entidades del sector turismo
Mientras la FAA y la TSA luchan contra la falta de liquidez, la empresa pública Amtrak aseguró que sus trenes seguirán circulando con normalidad, pese a depender parcialmente de fondos federales. "Nuestro objetivo es no interrumpir el servicio a los pasajeros", declaró el director ejecutivo de Amtrak, John Smith, en una conferencia de prensa.
Los parques nacionales no son ajenos al impacto. El Gran Cañón y otros monumentos federales dependen de la financiación del Servicio de Parques Nacionales, que ahora se encuentra sin presupuesto operativo. Se estima que podrían recibir menos de medio millón de visitantes al día, frente a los 4,5 millones habituales, lo que supone una pérdida de ingresos de cientos de millones de dólares para las economías locales.
Impacto económico y social
Los expertos calculan que, de prolongarse el cierre más allá de las dos semanas, la combinación de ausencias laborales y reducción de servicios provocará un retroceso del 0,7 % en el PIB del sector turismo. Además, los viajeros internacionales podrían decidir posponer sus vacaciones, afectando a destinos europeos y latinoamericanos que dependen del turismo estadounidense.
Para los empleados, la incertidumbre financiera es real. Muchos dependen de los pagos quincenales para pagar hipotecas y servicios básicos. La presión psicológica ya se refleja en reportes de estrés y ansiedad entre los controladores aéreos.
Qué pueden hacer los viajeros ahora
- Planificar llegadas con al menos dos horas de antelación en los aeropuertos principales.
- Revisar constantemente el estado de sus vuelos a través de las apps de las aerolíneas.
- Considerar seguros de viaje que cubran retrasos por causas gubernamentales.
- Estar atentos a comunicados de la FAA y la TSA para posibles cambios de operatividad.
En el corto plazo, los vuelos seguirán operando, pero la probabilidad de retrasos y cancelaciones aumenta a medida que avancen los días sin pago a los empleados esenciales.
Próximos pasos y expectativas
El Congreso tiene hasta el 15 de octubre para volver a abrir sus discusiones sobre el presupuesto. Si no se alcanza un acuerdo, el cierre podría extenderse indefinidamente, incrementando el riesgo de huelgas laborales en los sectores críticos.
Los presidentes de las principales aerolíneas, entre ellos Delta Air Lines y American Airlines, ya han solicitado al Congreso que mantenga los fondos de emergencia para la seguridad aeroportuaria, argumentando que la interrupción prolongada afectaría la competitividad de EE.UU. en el mercado global de aviación.
Mientras tanto, los visitantes de los parques nacionales deben prepararse para posibles cierres parciales y limitar su estancia a los puntos que permanezcan abiertos bajo gestión estatal.
Preguntas frecuentes
¿Cómo afecta el cierre a los viajeros internacionales?
Los pasajeros que llegan o salen de EE.UU. pueden enfrentar esperas más largas en los controles de seguridad y posibles retrasos o cancelaciones de vuelos. Se recomienda revisar con antelación las políticas de la aerolínea y considerar seguros de viaje que cubran interrupciones por causas gubernamentales.
¿Qué sectores fuera de la aviación también se verán perjudicados?
Los parques nacionales, museos federales y el sector ferroviario son los más vulnerables. El Gran Cañón y otras áreas protegidas podrían cerrar o limitar su capacidad de atención, lo que reduciría el número de visitantes y el ingreso económico de las comunidades locales.
¿Cuánto dinero está en juego para la industria del turismo?
Los analistas estiman una pérdida de aproximadamente mil millones de dólares por semana si el cierre se extiende más allá de dos semanas, lo que representaría una caída cercana al 0,7 % del PIB del sector turismo en EE.UU.
¿Hay alguna medida que el gobierno está tomando para mitigar el impacto?
El Departamento de Transporte ha señalado que mantendrá operativos los servicios críticos, pero sin presupuesto no pueden garantizar el pago a los empleados. Se espera que el Congreso abra negociaciones antes del 15 de octubre para evitar una prolongación del cierre.
¿Qué deben hacer los turistas que tienen reservas en parques nacionales?
Se aconseja contactar directamente al Servicio de Parques Nacionales para confirmar la disponibilidad de los servicios y, de ser necesario, reprogramar la visita. Muchos parques ofrecen reembolsos parciales cuando se cancelan actividades por motivos de fuerza mayor.
Comentarios (7)
Luis Antonio Vasconcelos Labbe
octubre 6, 2025 AT 21:18
Mantengamos la calma, los vuelos seguirán, solo habrá esperas más largas.
Sebastián Álvarez
octubre 14, 2025 AT 07:18
Como viajero frecuente, lo más importante es revisar constantemente el estado de tu vuelo y llegar con tiempo extra al aeropuerto. La TSA está operando, pero la presión sobre el personal puede generar demoras inesperadas. Recomiendo usar las apps de las aerolíneas para recibir notificaciones en tiempo real. Además, considerar un seguro de viaje con cobertura por interrupciones gubernamentales puede aliviar el estrés.
Maria Consuelo Troncoso Heise
octubre 21, 2025 AT 17:18
Los parques nacionales siguen abiertos en áreas limitadas, así que quien tenga planes ahí debería confirmar horarios. También es buena idea llevar comida y agua extra por si los servicios se reducen.
Morena Daniela Gallardo
octubre 29, 2025 AT 03:18
Si bien la falta de pago es inaceptable, no podemos esperar que el gobierno resuelva todo de la noche a la mañana. La burocracia siempre retrasa decisiones, y la presión pública apenas mueve una aguja. Muchos empleados seguirán trabajando porque no tienen alternativa, pero la moral se está erosionando. Es probable que veamos más renuncias en la segunda semana del cierre. En ese caso, los retrasos se volverán la norma, no la excepción.
CATALINA REBECC ROMAN VALENZUELA
noviembre 5, 2025 AT 13:18
En primer lugar, es fundamental entender que la paralización federal afecta no solo a los viajeros, sino también a toda la cadena de valor del turismo. Cada aeropuerto, hotel y restaurante depende de la fluidez del flujo de pasajeros, y cuando esa fluidez se ve interrumpida, se desencadena un efecto dominó que puede durar semanas. Las estadísticas de la última paralización mostraron que los tiempos de espera en seguridad se duplicaron, y en algunos casos llegaron a superar ocho horas, lo que provocó que muchos viajeros cancelaran sus planes. Además, los empleados esenciales, aunque obligados a trabajar, están sin remuneración, lo que genera un clima de incertidumbre y potenciales huelgas. Si la moral continúa decayendo, es razonable anticipar una disminución en la disponibilidad de personal calificado, lo que afectará la calidad del servicio. Por otro lado, el sector de parques nacionales enfrenta una caída brusca en la afluencia de visitantes; la reducción de ingresos compromete el mantenimiento de infraestructuras y la protección del medio ambiente. Las comunidades locales que dependen del turismo para subsistir pueden ver una pérdida significativa en sus ingresos, lo que a su vez impacta la economía regional. En términos macroeconómicos, la pérdida estimada de mil millones de dólares por semana se traduce en una contracción del 0,7 % del PIB del sector turismo, una cifra que no debe subestimarse. Los analistas advierten que, de prolongarse el cierre más allá de dos semanas, el daño acumulado será difícil de revertir. En este contexto, los viajeros pueden mitigar su exposición tomando medidas proactivas: planificar llegadas con margen, usar seguros de viaje que cubran interrupciones gubernamentales y mantenerse informados a través de las fuentes oficiales. Asimismo, las aerolíneas y agencias de viajes deberían comunicar de manera transparente cualquier cambio en los horarios y políticas de reembolso. Finalmente, es crucial que el Congreso alcance un acuerdo presupuestario antes del 15 de octubre para evitar un escenario de cierre indefinido que podría desencadenar huelgas masivas y una crisis aún mayor en el sector.
Moises Araya
noviembre 12, 2025 AT 23:18
Desde el punto de vista operativo, la falta de nómina genera una degradación progresiva de la capacidad de respuesta del personal esencial.
Alexis Barriga
noviembre 20, 2025 AT 09:18
Lo que no se menciona es que este cierre podría ser la punta del iceberg de manipulaciones financieras encubiertas. Los fondos de emergencia están siendo redirigidos a proyectos de otra índole sin supervisión. Es vital que la ciudadanía exija transparencia.