El 2 de agosto de 2024, Santiago vivió un evento meteorológico sin precedentes cuando un sistema frontal histórico trajo consigo vientos récord a la región. Las ráfagas, nunca antes registradas, causaron interrupciones y daños generalizados. La Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) emitió una alerta roja para la Región Metropolitana, instando a los residentes a tomar precauciones y permanecer en interiores.