UNESCO presenta plan de emergencia tras incendio en Rapa Nui y llama a proteger el patrimonio

UNESCO presenta plan de emergencia tras incendio en Rapa Nui y llama a proteger el patrimonio

El fuego que puso en jaque a Rapa Nui

Pocas imágenes golpearon tanto como la de los moai ennegrecidos y rodeados de cenizas. El incendio del 4 de octubre de 2022 en el Parque Nacional Rapa Nui se convirtió en una de las mayores amenazas recientes contra este patrimonio mundial chileno. Más de 100 hectáreas se vieron afectadas, especialmente el cráter del volcán Rano Raraku, donde nacen los icónicos moai y que ocupa un rol central en la historia y la identidad de la isla.

La magnitud del daño no solo impactó físicamente el lugar, sino que movilizó a organismos nacionales e internacionales. Para la población rapanui, la herida fue profunda: el patrimonio no es solo una atracción turística, sino la memoria viva de su pueblo. La amenaza del fuego dejó claro lo vulnerable que es incluso uno de los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1995.

Acción global: diagnóstico, prevención y formación

Acción global: diagnóstico, prevención y formación

Rápidamente, la UNESCO puso sobre la mesa una ayuda concreta a través de su Heritage Emergency Fund (HEF), movilizando 97 mil dólares junto a financiamiento internacional de países como Qatar, Canadá, Noruega y Francia. El proyecto, desarrollado a lo largo de más de un año y presentado oficialmente el 30 de noviembre de 2023, abordó tres frentes principales:

  • Un análisis detallado de los daños sufridos por los moai y otros bienes patrimoniales afectados.
  • La elaboración de un plan de gestión de riesgos para evitar que otro incendio o desastre natural vuelva a dejar a la isla a la intemperie.
  • La capacitación de la comunidad local en herramientas de prevención, actuación rápida y cuidado del entorno.

Claudia Uribe, Directora de la oficina de UNESCO Santiago, puso énfasis en lo sencillo que es perder siglos de tradición en cuestión de horas. Insistió en que el manejo de este tipo de crisis debe ir de la mano con fortalecer el conocimiento sobre la fragilidad de estos tesoros culturales y con la participación de la propia comunidad rapanui, que lleva la responsabilidad de defender su herencia bajo protocolos y estrategias renovadas.

La entrega oficial del proyecto estuvo liderada por Carolina Pérez Dattari, subsecretaria del Patrimonio Cultural chileno, quien destacó el compromiso interinstitucional e internacional. El trabajo fue posible gracias a la cooperación entre diversos actores: desde el directorio local Ma’u Henua, encargado actual del parque, hasta expertos extranjeros y organismos estatales que pusieron recursos y conocimiento para lograr un impacto real.

Para la UNESCO, lo sucedido en Rapa Nui es un campanazo de alerta. Acciones como el fondo de emergencia buscan no solo restaurar, sino anticipar nuevas amenazas en tiempos donde los incendios son cada vez más frecuentes, exacerbados por sequías y el cambio climático. Pero a la vez, la experiencia puede convertirse en un modelo exportable para otras comunidades que enfrentan riesgos parecidos en sus propios patrimonios.

No es solo cuestión de reconstruir piedras o paisajes: se trata de fortalecer la memoria y de empoderar a quienes conviven día a día con sitios que, como Rapa Nui, han fascinado y conmovido al mundo durante siglos. El patrimonio se defiende con acción, educación y trabajo conjunto, antes de que el siguiente desastre vuelva a ponerlo a prueba.

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